17 julio 2005

Palabras para el Centenario de Monos y Monadas


Cuando hace cien años Leonidas N. Yerovi tuvo ante sus ojos la primera edición de Monos y Monadas, jamás imaginó que un siglo después estaríamos aquí, sus descendientes y los descendientes de sus lectores, en el Palacio Legislativo, donde Monos y Monadas fuera leída por los destinatarios de aquellas primeras ironías, celebrándola.

Y digo que mi abuelo jamás imaginó tal cosa porque de haberlo hecho se hubiera muerto en ese instante, de risa naturalmente.

Esta ceremonia de conmemoración del centenario de Monos y Monadas que ofrece el Congreso de la República, es la más grande y solemne broma que se le haya jugado el menos solemne de los semanarios que ha existido en la historia del país.

Muchos podrán pensar que la simpática ironía de este homenaje es la revancha que se cobran nuestros políticos por los millares de bromas que Monos y Monadas les hiciera, y tendrán razón.

Pero este acto es sólo parte de las celebraciones que recibe la figura de Leonidas N. Yerovi, pues la exposición de cien carátulas de Monos y Monadas y la publicación de la obra completa de mi abuelo por el Fondo Editorial del Congreso también forman parte de las mismas. Todo ello habla de la inteligencia, la buena correa y la tolerancia democrática de este Parlamento Nacional, que podrá carecer de muchas cosas pero, como salta a la vista, si algo le sobra es sentido del humor.

Debo por tanto agradecer al presidente del Congreso, Ántero Flores-Aráoz, y al Consejo Directivo del Congreso que en setiembre del 2001 aprobara este reconocimiento a la obra y a la memoria de Leonidas N. Yerovi, siendo que soy tan sólo un modesto y apenas dotado continuador de su obra, así como un sensible y esmerado conservador de su memoria.

En lo que respecta a la obra completa de Leonidas N. Yerovi, me permito remarcar el abnegado y filial afecto con el cual mi tía, Janet Yerovi de Viale, transcribió durante dos décadas, visitando diarimente la Biblioteca Nacional, la obra de su padre, obra que debido a la desaparición temprana de su autor quedó desperdigada en todos los diarios y revistas de inicios del siglo XX. Esa labor tesonera de mi querida y admirada tía es la que hará posible, en los próximos días, ofrecer a los peruanos de todas la generaciones, el talento de uno de los escritores más fecundos y brillantes que haya conocido el Perú.

Debo agradecer, asimismo, la presencia y las palabras de tan conspicuos expositores, sin algunos de los cuales Monos y Monadas no hubiera tenido ni siquiera de quiénes ni de qué ocuparse. Ellos han sido, sin habérselo propuesto, inspiradores de la publicación, como a todos consta, pues fue a partir de sus actos y sus omisiones, que nosotros llenamos las páginas de buena parte de las 425 ediciones que a mí me cupo dirigir.

La vida de Monos y Monadas ha sido tan accidentada como la vida del país. Corriendo el riesgo de despistarme entre los meandros de la memoria, mencionaré que fue a fines de 1975, pocas semanas después de la desaparición física de mi padre, que me asaltó la idea de continuar la tarea que él, Leonidas, hijo de Leonidas N. Yerovi, había desarrollado durante treinta años a través de las ondas radiales con la sátira a flor de labios. Yo pensé en una revista. Y fue el 28 de febrero de 1976 cuando con mi gran amigo y socio en esta primera etapa de la aventura editorial, Antonio Cisneros, mientras celebrábamos el cumpleaños de su mamá, doña América Cisneros, decidimos revivir Monos y Monadas. Obtener el permiso de publicación por parte del gobierno militar de entonces nos tomó 608 días. Pero éramos obstinados, tesoneros, pertinaces, porfiados, testarudos, en pocas palabras, peruanos, y mientras avanzaban las gestiones burocráticas que parecían no terminar nunca, Antonio y yo nos reuníamos como si la revista fuera a aparecer la semana entrante con los amigos que habíamos cautivado para emprender la locura, con María Zöllner, Juanito Acevedo, Lorenzo Osores, Luis Freire, con mi propio hermano Luis Fernán quien por entonces acababa de casarse y no sabía, por segunda vez, en qué se estaba metiendo.

En el verano de 1978, cuando recibimos la tan ansiada autorización, el banco ya había acabado con nuestro exiguo capital y es más, le debíamos dinero por haber mantenido la cuenta sin ningún movimiento. Ni siquiera habíamos empezado y ya estábamos en quiebra. Pese a ello, perseverantes y con el crédito que por quince días nos dio una imprenta amiga, apareció el primer Monos y Monadas que yo dirigí, el 109, el 27 de abril de 1978. Para nuestra absoluta sorpresa, de cinco mil copias sólo dejaron de venderse once. Pero el destino de Monos y Monadas no podía dejar de ser peruano, y luego de aparecer la siguiente edición fuimos clausurados por el gobierno y pasamos velozmente de los halagos de la gloria a las simas más agrestes del abismo. Estábamos quebrados. Esa fue la segunda quiebra, pero no sería ni mucho menos, la última. Un mes y medio después volvimos a las calles, una vez levantado el veto; por entonces al grupo original se habían unido Mario Acha, Carlos Tovar, Rafael León, Fedor Larco, Salvador Velarde y Maroé Susti. Y allí empezó una historia que algún día escribiré, antes del próximo centenario.

Deseo referirme a quien desde 1985 hasta la última edición de Monos y Monadas, inspiró cada uno de mis insomnios por continuar esta labor de locos. Susana Roca no sólo fungió de editora general de Monos y Monadas desde entonces, sino que a partir de 1990 codirigió el semanario hasta que fue clausurado por el régimen cleptocrático el 5 de abril de 1992. Sólo su talento, su tenacidad y su amor hicieron posibles aquellas 261 ediciones en la época de los toques de queda, los apagones, los coches bomba, el agua pestilente que fluía por los caños, las amenazas de muerte, los cambistas y la hiperinflación. Aún puedo ver a mi hermana Carmen Lucía corrigiendo las pruebas de imprenta a la luz de las velas, víctima de los apagones, con su buena ortografía de nictálope, tal y como lo hizo a lo largo de diez años. Como con Susana no sólo hacíamos el semanario sino que también creamos el teatro Monos y Monadas y llevamos a cabo el montaje de 23 de mis comedias, era preciso aumentar día a día el precio de las localidades y cada siete días el de la revista. Para que se hagan una idea mencionaré que si en abril de 1978 Monos y Monadas tenía un precio al público de 30 soles oro, en enero del 2003 tenía un precio de 50 mil millones de soles oro, es decir, 5 nuevos soles. Y a todo eso y a mucho más, sobrevivimos. Y pensar que pese a eso, algunos extranjeros suspicaces y recelosos se atreven a dudar de nuestra evidente inmortalidad. Parece mentira.

No es ninguna exageración afirmar que en las páginas de Monos y Monadas lució su talento buena parte de los más señalados artistas y escritores que ha tenido el país y la lengua española, a todos ellos deseo agradecer esta noche por tan grande privilegio. Y los voy a mencionar por orden de aparición cronológica en el semanario, con la esperanza de no haber omitido ninguno de sus nombres.

RELACIÓN DE SEUDÓNIMOS DE LOS ARTISTAS GRÁFICOS QUE HAN HONRADO LAS PÁGINAS DE MONOS Y MONADAS

MÁLAGA... Julio Málaga Grenet, VAL DEL OMAR... Abraham Valdelomar, GOURMAINE... Aie Gourmaine, IBARRA... Celso Ibarra, CHALLE... Pedro Challe, JUAN... Juan Acevedo, CÁNDIDO... Lorenzo Osores, ALE... Alonso Núñez, Q... Salvador Velarde, SLURP... Mario Acha, DARE... Darko Dovidjenko, EGUN.. Eliseo Guzmán, MARAT... Bernardo Barreto, CARLÍN... Carlos Tovar, MARISA... Marisa Godínez, LÁZARUS... Eduardo Morel, CANABIS... César Ayllón, LLINO... Gino Ceccarelli, NEBVER... Nebver San Martín, MECHAÍN... Mechaín Doroteo, HJANS... Hugo Janco, PLUTARCO... Jorge Luis Castillo, DAVID... David Gilbonio, SOL-RAC... Carlos Pérez Díaz, PAULO... Paulo Osorio, JAVIER PRADO... Javier Prado, CATIRE.. César Tineo, CHRISTOS... Carlos Crisóstomo, YONI... Christian Molina, GAVIÑO... José Antonio y Fernando Gaviño, LUIS ALFREDO... Godofredo Darrigo, ROGER...Roger Galván, TIL... Estuardo Núñez Carvallo, PEPE... Pepe Sanmartín, MOLINA... Mario Molina, COQUITO... Jorge Luis Ramos, MARTÍN... Martín Isla, VÍCTOR... Víctor Salinas, ORIHUELA... Ricardo Orihuela, JIM... Jim Reátegui, EGUS... Gustavo Inga, JOAN... Joan Ulloa, LUBIANKA... Fernando Atoche, TAVERA... Javier Tavera. Debo señalar que el único artista que nunca firmó sus obras fue el Editor Gráfico, JAIME LA HOZ.

RELACIÓN ESCRITORES QUE HAN HONRADO LAS PÁGINAS DE MONOS Y MONADAS:

Ricardo PALMA, Manuel GONZÁLEZ PRADA, Abelardo GAMARRA, Luis Fernán CISNEROS, Manuel BEINGOLEA, Federico BLUME, Domingo MARTÍNEZ LUJÁN, Enrique Andrés CARRILLO, José GÁLVEZ, Roger LUJÁN RIPOLL, José Eufemio LORA Y LORA, Jorge MIOTA, Florentino ALCORTA, Dora MAYER, Ángel ORIGGI GALLI, Luis ESTEVES CHACALTANA, José FIANSÓN, Fausto GASTAÑETA, Rómulo PAREDES, Manuel BELTROY, Clemente PALMA, Felipe SASSONE, José Santos CHOCANO, Francisco y Ventura GARCÍA CALDERÓN, Rubén DARÍO, Enrique GÓMEZ CARRILLO, Amado NERVO, Leopoldo LUGONES, Santiago RUSIÑOL, Jacinto BENAVENTE, Antonio CISNEROS, Luis FREIRE SARRIA, María ZÖLLNER, Rafael LEÓN, Juan MEJÍA BACA, Ángela RAMOS, Luis Fernán YEROVI, Luis LA HOZ, José ADOLPH, Luis DELBOY, Maruja CISNEROS, Luis Jaime CISNEROS, Luis Jaime CISNEROS HAMANN, Mario ZOLEZZI, Fedor LARCO, Víctor HURTADO OVIEDO, Francisco BENDEZÚ, Abelardo SÁNCHEZ LEÓN, Marco MARTOS, Carlos Iván DEGREGORI, Félix ÁLVAREZ, César CALVO, Reynaldo NARANJO, Arturo CORCUERA, Fernando GILARDI, Otoniel DÍAZ, César VERÁSTEGUI, Betty MARTÍNEZ C. Augusto ÁLVAREZ RODRICH, Armando ROBLES GODOY, Edgardo RIVERA MARTÍNEZ, Gonzalo MARIÁTEGUI, Jorge DÍAZ HERRERA, Guillermo ROCHABRÚN, Eduardo ADRIANZÉN, Celeste VIALE YEROVI, Jorge CHIARELLA KRÜGER, Antonio ZAPATA y Pedro SALINAS. Debo precisar, en lo que atañe a escritores, que la única autora que jamás firmó sus obras fue la Editora General y codirectora de Monos y Monadas, Susana ROCA VION.

Por último, siendo que bien pudo ser lo primero, debo expresar mi gratitud a los cientos de miles de lectores que a lo largo de este pasado siglo hicieron posible la existencia del único semanario que ha sobrevivido sin anunciadores a lo largo de 533 ediciones. Y esta ausencia de patrocinio publicitario es comprensible, ¿quién querría anunciar en un semanario que se reía de los poderosos? Nadie. Nuestra libertad de expresión y la de todos los colaboradores de Monos y Monadas fue, pues, absoluta, y cuando nos la pretendieron negar con decomisos, persecusiones o bombas incendiarias que le dieron calor a nuestro hogar, igual nos tomamos la libertad negada.

Sólo el favor del público, así como lo divertido y apasionante que resultaba crear Monos y Monadas, puede explicar su existencia centenaria. Y dado que un centenario no se celebra todos los días, creo que acierto al decir que de Monos y Monadas y de la historia del Perú por él retratada nada puede hablar mejor que sus propias páginas, de manera que dejaré de fatigarlos con mis palabras para que puedan apreciar la muestra que el Congreso de la República ha preparado con el fin de celebrar su primer siglo de existencia.

Yo sé que en este momento mi abuelo y mi padre están aquí, vivos de risa, disfrutando de esta noche sorprendente, inolvidable, en la cual todo, absolutamente todo, es ironía.

Yo sé que en la celebración del próximo centenario, estaré en el mismo palco que hoy mi padre y mi abuelo ocupan, vivo de risa, pero feliz como ellos al ser testigo de la prosperidad de mi patria que desde hoy es fácil vaticinar, cuando la opulencia ya sea tan excesiva que los mendigos rueden gordos por las calles y el arte de limosnear lo ejerzan no por necesidad sino por humorada, por pasar el rato y por conservar una tradición. Entonces, cuando ocurra el segundo centenario de Monos y Monadas, nadie trabajará en el Perú, no porque no haya empleo sino porque lo habrá en demasía y los peruanos se darán el lujo de trabajar sólo en aquello que les guste, es decir, ya no trabajarán sino se vacilarán. Los peruanos tendrán cubiertas todas sus necesidades elementales, primarias, secundarias, universitarias y hasta de postgrado, comerán a diario y abundantemente y para su buena suerte, ni siquiera estarán de moda los esqueletos, las carcanchas ni los anoréxicos de hoy en día, sino los gordos, de manera que hasta los bisnietos de Alfredo González serán modelos de pasarela.

Disculpen ustedes que me sienta afectado por algunas emociones, pero sucede que aunque resulte difícil de creer, los escritores festivos también somos seres humanos. Muchas gracias y hasta el próximo centenario.

Nicolas Yerovi
Lunes, 27 de junio de 2005

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10 comentarios:

  1. Nicolás felicitaciones por tu paso al mundo digital.

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  2. No digas que estoy presenciando tu 1ra VEZ!!!

    (ya regreso voy a traer una filmadora)

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  3. El haber sido participe de una generacion de Monos (la 3ra) en la q solo nos falto dibujar en las paredes de las calles, me hizo madurar a 1000 por hora en el arte de la caricatura y el periodismo. Bombas y apagones, Fujishoks y Chirinosotosadas, combis asesinas y hasta mi matrimonio fueron los acontecimientos de esa época.
    Hoy q me desempeno como editor, escritor, diseñador gráfico, caricaturista y chupa caña puedo decir q toda la experiencia de esos dias hicieron q un Biólogo se convirtiera en artista gráfico.
    Gracias Nico, gracias por esos dias de trabajar en apagon, por esa epoca de dictar talleres de caricatura a cientos de muchachos, por permitirme ser Jefe de Arte en una de las mejores revistas de caricaturas del mundo, gracias por tu amistad y gracias por haber permitido q haga lo q siempre quise hacer.
    Un abrazo y Feliz 28 de Julio para todos inclusive a Laura Bozzo
    Sol-Rac

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  4. En la lista de los q participaron en Monos y Monadas faltan algunos colaboradores.No sean ingratos con quienes hicieron de la publicacion la mejor del pais.

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  5. Estimado Don Nico:
    Aqui la lista:Alan Garcia, Fujimori,Montesinos,Tudela,Belaunde,Del Castillo,Lourdes, y un largo etc.¿Acaso no han sido estos, y otros mas, quienes han colaborado fervorosamente , y sin pedir remuneracion por sus honorarios, para adornar con sus nunca bien ponderados cacharros las paginas de la revista mas pendejeril del Peru?
    Bueno,habras notado q la relacion anterior era en joda.Tomate un poquito de chamba y revisa las ediciones publicadas ; notaras entonces a los no habidos.Dicen por ahi que este es el pais de los desmemoriados,de los olvidadizos y los olvidados.

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  6. Muy buena la recreacion de la historia de la revista, que en varios momentos fue el como el club de tantos artistas, intelectuales, poetas y demas orates de talento infinito. Yo por mi parte recuerdo los efervescentes años de la transicion de gobierno militar a la irrisoria democracia. Lo que me preocupa gravente es la revelacion masiva de la identidad secreta de los miembros. De ahora en adelante tendremos que salir a las calles con mascaras o disfraces.
    Un saludo Nicolas,
    (The artist formerly known as ...)

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  7. ¿"mascaras o disfraces"?Que mariconada.Debi decir tambien que este es el pais de los cobardes.

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  8. Mi querida Susy, como poder olvidar tu importante aporte en la elavoracion de la revista, tu entusiasta participacion en los momentos mas duros de nuestro quincenario, hasta tu apoyo personal en los momentos dificiles de mi esposa (ex-posa). Claro, al lado de los grandes hombres, hay grandes mujeres (y viceverza)yo soy testigo de esto.
    Un abrazo muy fuerte para ti, Susana Roca y muchas gracias por todo lo brindado.

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  9. (Fe de "ratas")
    dice: elavoracion
    debio decir: ...elaboración
    Q' problema el olvidar...¿De qué estabamos hablando? ...AAAAAh si, de la ortografía.
    Sabrás perdonar, el escribir en inglés (o sea, manyas!!) me ha causado este transtorno ortográfico. Y para colmo este teclado en inglés q no ayuda y debo escribir los acentos y la "ñ" del español con códigos) Que vaina!!!

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