Ningún obsequio más amable prodiga el año que se inicia que aquel sosegado paisaje de las calles EL PRIMER DÍA DE ENERO.
Soledosa, desolada,
el primer día de enero,
Lima luce abandonada.
Ya no afanes o te quiero,
‘feliz año’ ni bengalas,
sólo exangües y serenas
las calles parecen salas
donde pasean las penas.
Los postes son candelabros
marchitos por un borracho
que riega su descalabro
convertido en mamarracho,
y plácido, muelle, un coche
se asemeja a un confortable,
donde la gran mala noche
duerme un señor respetable.
Y a modo de alfombra persa
de pieza deshabitada
yace vacua la calzada,
con sus ronquidos conversa
quien diciendo dice nada,
y el primer día de enero
sueña verse renovada
hasta el agua del florero.
Nicolás Yerovi
me gusta bastante la ilustración que haz hecho..
ResponderBorrarmuy bonita la caricatura de la ciudad, en año nuevo, la ves como nadie y la descripción es tan real...
ResponderBorrar